Presentación
De los 300 sospechosos: Retratos a cuatro manos
El fotógrafo Fernando Mercado Santamaría (1953) llevó a cabo una ambiciosa serie de retratos en gran formato, caracterizada por un rigor técnico impecable y un cuidado formal profundamente arraigado en la tradición académica. Bajo el título 300 sospechosos, esta serie se transformó en un auténtico inventario visual, un ejercicio de arqueología artística que buscaba identificar y poner en escena a los protagonistas culturales que marcaron las dos últimas décadas del siglo XX en el Caribe colombiano.
Esta compilación no solo se convirtió en un testimonio visual, sino en una representación emblemática del patrimonio estético regional de ese periodo, signado por el surgimiento de voces que, en su mayoría, se consolidaron como referentes indiscutibles de la plástica conceptual en Colombia. Más que simples imágenes, estas fotografías funcionan como un archivo vivo, capturando la efervescencia creativa y la energía cultural que definieron los años 80 y 90.
Los retratados —artistas, gestores culturales, músicos y otros “sospechosos” de la posmodernidad— encarnan las tensiones, las rupturas y las apuestas audaces que dieron forma al paisaje cultural caribeño en el ocaso del siglo XX.
Fernando Mercado, en este experimento, no se limita a fotografiar: borra, mancha, ilumina, invierte, rompe, raspa, altera, interviene con objetos, agrega, pinta, graba, imprime y escribe. Siempre explorando en la incertidumbre de la película, busca abrir la puerta a respuestas plásticas nuevas y distintas. Los resultados son sorprendentes y multifacéticos: oscilan entre el prodigio técnico, la visceralidad de un reclamo, la sorna crítica, la delicadeza o el misterio de lo erótico, y un ingenio cargado de humor perverso que desafía la hipocresía.